Admitir esto y encajarlo cuesta. Tiempo y apoyo. No abundan los especialistas en la materia que no sean psiquiatras de receta psicofarmacológica rápida.

La depresión post parto no es una tristeza que pasa en unos días como el síndrome de baby blues. No son las hormonas. No es algo que se cure saliendo y tomando el aire o recordando lo afortunada que eres por tener un bebé tan sano y hermoso.

No, la depresión post parto es una telaraña que comienza a tejerse en el momento del parto, cuando te encuentras descolocada, no sientes la alegría “que se supone tendrías que sentir”, la gente no ayuda, molesta, incomoda, interrumpe el vínculo con tu bebé, no te dejan descansar, no propician la intimidad de la pareja ni en el hospital ni en casa. Cogen al bebé, lo manipulan sin lavarse las manos, lo visten , lo desvisten, le cambian el pañal, lo bañan y tú observas muda e insegura sin que las palabras salgan de tu boca. Porque tampoco te sientes con fuerzas ni capaz, porque tienes miedo.

La depresión es ver tambalearse las paredes de casa cuando regresas con un bebé en brazos, cuando no sabes ni quién eres, ni quién es ese bebé, ni como terminarás el día.

La depresión post parto es miedo mucho miedo, mucha tristeza y dolor emocional que sale de lo más profundo de tu pecho y pugna por salir en forma de lágrimas. Es abatimiento que nadie sabe acompañar, que nadie te valida. Las palabras “se pasará” resuenan en tu cabeza, pero pasa la cuarentena y los meses y no pasa.

La depresión es un grito de socorro mudo mientras todos observan al bebé y tú quedas en un rincón relegada al olvido como una mera cáscara vacía que debe seguir cocinando, limpiando, funcionando y pensando…pero…¿porque no puedo pensar?

Te miras al espejo y no te reconoces, no reconoces tu cuerpo ni tu rostro, nada queda de tu luz y vitalidad. Dentro de ti ya no hay….absolutamente nada.

No duermes, tienes miedo a la noche, tienes terror a quedarte sola con tu bebé, nada te llena ni te satisface, solo quieres volver a ser la que eras.

Cada mañana es un suplicio, cada despertar una pesadilla, autómata despojada de ilusión vagas obligándote a volver, pero no vuelves…

Es querer salir corriendo, darle al botón de rebobinado hacia atrás, es pensar que no eres apta para ser madre, que eres defectuosa, que no deberías haber dado ese paso.

Es anhelar cada día tu libertad, tu antigua vida, recuperar tu yo…

Ser profesional de la salud mental con experiencia, no me hizo inmune a padecer una depresión post parto durante más de un año.

Ahora se que sucede a más mujeres, pero todas están silenciadas, ya que es por desgracia aún un tema tabú.

Si te sientes así NO CALLES, habla, no te sientas culpable, ni rara, ni mala madre. Pide ayuda a un profesional.

Yo no podía creer que ese fuese mi diagnóstico. El saberlo con certeza, no obstante, me hacía sentirme peor. Con ayuda natural y trabajo terapéutico se sale, sin forzar y sin querer acelerar el proceso, sanando tu historia, tu infancia, tu vínculo materno, validando tus emociones y con mucho amor y acompañamiento adecuado.

  • Si te sientes así, si tienes incluso ideas de suicidio, miedo a hacer daño a tu bebé, BUSCA AYUDA. No no es normal, no, no pasará sin terapia especializada.
  • Se puede salir sin psicofármacos que interrumpan la lactancia, con ayuda natural y terapia. Cuanto antes pidas ayuda mejor.
  • Si tu miedo, tu tristeza son muy intensos o incluso tienes alucinaciones auditivas, ideas suicidas o de dañar al bebé contacta con un profesional experto en psicología perinatal cuanto antes.
  • El origen de la depresión es multifactorial; un parto vivido como traumático por la madre, falta de apoyo (el estar rodeada de gente a veces no es apoyo emocional, ya que los demás no sólo no saben hacerlo, sino que pueden incluso empeorar el estado de la madre juzgando o dejándola de lado sin ayudarla en lo más básico), historia biográfica de la madre, antecedentes de depresión, etc.

  • NOTA MUY IMPORTANTE: Por favor si vas a ver a la madre, VISITA A LA MADRE, interésate por ella, pregunta si necesita ayuda, observa si la necesita, doméstica de desahogo o de cualquier tipo, llévale comida, un detalle y no cojas al bebé sin preguntarle previamente.
  • No vayas sin avisar, se breve y acepta un no vengas por respuesta. Respeta la díada madre- bebé, y la intimidad familiar, ya habrá tiempo de verlo y disfrutarlo.
  • No le digas es normal, ya se pasará en unos días. Tienes un bebé maravilloso y sano. Si no sabes que decir no digas nada. Escucha, valida, abraza, pregunta ¿Qué necesitas?.
  • No le calientes la cabeza, ni le cuentes cotilleos o dramas personales o ajenos. Pregúntale que necesita (si reitero).
  • Si eres su pareja, además de permitirle darse una ducha de 5 minutos valora que este momento también es tuyo. Si te bloqueas o no sabes que hacer ESPABILA. Lee, busca ayuda, asesorate. Ella lo haría por tí. No la juzgues, ni le des la espalda. No la dejes sola demasiado tiempo. El trabajo es muy importante pero la salud mental de tu pareja lo es más. Ella ser recuperará, pero si no has estado a la altura o la has dejado sola, CRÉEME, pasará factura y jamás lo olvidará. Tómate tu derecho al permiso de paternidad. NO LA DEJES SOLA AHORA, es un momento que debes compartir, ayudarle a llevar el peso. Si puedes sal antes del trabajo, llévate trabajo a casa, busca una o mil fórmulas, es algo temporal pero que es muy beneficioso para ella. No le pidas que sea la misma. No pretendas que esté contenta si no lo está, NO HAGAS COMO SI NADA. Respeta sus ritmos y pregúntale. No te asustes si dice cosas raras o llora sin motivo, una ayuda asustada y arrinconada no nos sirve, ponte manos a la obra y busca ayuda. No permitas que lleve el peso doméstico sola, si no sabes cocinar te lo inventas y si no sabes planchar aprendes. Déjala descansar y se valiente.
  • En definitiva RESPETA a esa mujer que está renaciendo. Porque eso es en definitiva el post parto un renacimiento, no es fácil y si no lo has pasado enhorabuena, pero no juzgues ni des consejos.


Sara

Enamorada de la vida y de las pequeñas cosas.

2 comentarios

Claudia · 22 mayo, 2019 a las 19:15

Estoy pasando por una dpp, pero los medicamentos no han obrado bien en mi, a qué haces referencia como manejo natural?.
Gracias

    Sara · 3 junio, 2019 a las 11:15

    Tratamientos naturales para regular fisiológicamente pero deben ir acompañados de tratamiento psicológico específico. No hay fármaco ni sustancia natural que ayude sin terapia. Saludos

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