fullsizerender-5

Han pasado 17 meses desde que me convertí en madre por primera vez y todo mi mundo se tambaleó y se puso patas arriba.

Un recién nacido y yo. Menudo tándem. Me costaba cogerlo, asimilar la nueva situación y la tristeza y la frustración no me dejaban disfrutar de ese regalo que la vida me había brindado.

Pensaba que nunca saldría de esa espiral de agobio, tristeza, apatía y culpa, tanta culpa…

Han pasado 17 meses. Se hace mayor y yo no quiero perderme más momentos de la cuenta. ESTAR con él y compartir su crecimiento es lo que ahora más me llena. Permanezco presente y vivo cada instante, intentando ser la mejor versión de mi misma, aunque me equivoque, simplemente sintiéndolo cerca.

fullsizerender-7

He aceptado que es él quien me enseña cada día una cosa nueva, que ha llegado para hacerme crecer y quitarme una venda que tenía en los ojos. La venda de la suficiencia, la venda de la soberbia.

Ahora se que no se nada. Que algo dentro de mi no murió el día que dí a luz como yo pensaba , sino que yo nací también, nació una mujer nueva, más fuerte, más creativa, más compasiva, más serena, aunque el proceso sea largo y costoso.

Tal vez he tardado en darme cuenta. Me ha costado reubicarme en esta nueva vida,me ha costado derribar todas mis prioridades.
Las hormonas no me lo han puesto fácil. Pero ahora todo es distinto.

NO cambio un minuto contigo por nada del mundo. Separarme de ti me cuesta un mundo.

No soy perfecta pero soy tu madre y lo seré siempre, acompañándote en cada paso, en cada etapa, apreciando cada instante porque es único.

Ahora se, que todo lo pasado ha merecido la pena, que cada lágrima ha vaciado mi interior de apegos superfluos para tener espacio para tí, solo para tí, porque eres LO MEJOR DE MI VIDA.

 

img_8605

La maternidad es muy dura y frustrante a ratos. Implica dedicación exclusiva y cambiar lo que era tu vida de cabo a rabo. A veces te asaltan miedos y tristezas, pero a pesar del tiovivo emocional que se desencadena, llega ese instante, ese momento de magia, en el que todo se para y entonces…comprendes que lo estás haciendo bien. Sabes que estás madurando y cultivando una semilla tan valiosa que a veces ni tú misma eres consciente. En ese abrazo sincero, de amor sin condiciones ni cortesías, descubrirás que todo lo que has vivido y te queda por vivir MERECE LA PENA.

Categorías: Blog

Sara

Enamorada de la vida y de las pequeñas cosas.

0 comentarios

Deja una respuesta

Marcador de posición del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *