Para amar bien, debemos amar mejor, no amar más. En el terreno de la pareja, la calidad prima sobre la cantidad.

imagesS599Q9IK

A menudo, en consulta, me encuentro con parejas, que creen que con el amor basta. Pero con el amor no basta, como dice el título, del libro de Aaron Beck.

No se trata, de dar a manos llenas sin esperar nada a cambio, de amar sin límites, cuanto más mejor y no me des nada, que nada necesito. Esto, son cuentos de princesas. Es preciso aterrizar. Bajar al mundo real. Aquí, amamos, pero que puñetas, si nos aman ¿no?, porque el “yo te quiero y te adoro y te compro un loro, y si tú no me quieres hoy ya me querrás mañana…”, es una quimera. Falso. Rotundamente.
El amar, sin límites claros y bien definidos desde el principio, es peligroso. Porque casi siempre, esta basado en una misma situación; quiero al otro hasta el infinito y más allá, pero a mi mismo, no me quiero nada. ¿Qué paradoja, no?.

Desde el minuto  uno, que fuiste concebido, estás contigo, hasta que te despides de este mundo para siempre. Cada segundo, minuto, hora y día de tu vida, ESTÁS CONTIGO MISMO. Si no te soportas mal asunto.

¿Cómo puedes querer a alguien, mas que a ti, con quien no compartes tanto tiempo? ¿A alguien, a quien conoces desde anteayer?untitled

Aunque seas una lapa y pases con tu amad@ mucho tiempo, lo normal es que haya separaciones, por el hecho de trabajar, o si trabajáis juntos….pues cuando va al wc, por lo menos ¿no?, pero contigo querid@ mi@, eso no sucede. Vas al baño contigo cada dia, y allá donde vayas, tú serás siempre tu compañía.
Lo que quiero decir con esto, es que si tú no te cuidas, no te valoras, no te mimas, y no te proteges de aquellos que quieren mermar tu bienestar…apaga y vámonos.

Para poder querer y AMAR en su sentido amplio, y establecer una relación saludable, hay que quererse uno mismo. Esto es imprescindible. No se trata de narcisismo, ni de egolatría, se trata de respetarse, respetar tus propios valores de vida, vivir conforme a ellos y no dejar que nadie los pisotee. Se trata de realizarse personal y profesionalmente y no renunciar a esta realización “por amor a nadie”, porque eso, NO ES AMOR.

No se trata de mirarse el ombligo a cada paso, sino de ser coherente con nuestros valores. Es curioso, como mucha gente, desconoce cuales son sus valores en la vida. Y no hablo de chavales, ni de niños, sino de adultos,bien adultos.

Si yo, te lanzo esta pregunta ¿Cuáles son tu valores? ¿Que me contestarías? Tus valores en el terreno de la pareja, en la familia, en el trabajo, en la salud…Los valores no son un destino, sino un viaje, una forma de vivir. Y si en algún momento, no vives conforme a ellos, te estás faltando el respeto a ti mism@ y ahí comienzan los sufrimientos, las insatisfacciones y los problemas…¿Qué clase de persona quieres ser? ¿Lo eres a día de hoy?¿La persona que amas, te permite ser esa persona en su sentido amplio? ¿o haces tu papel de amante amantísimo, si “buana”, tus deseos son órdenes y nohablomuchovayaquetemolestes?

“Pero es que l@ quiero tanto….lo daría todo por el/ella”….¿¿Todo?? ¿En serio? Yo cuando escucho esto, me enervo, me fascina ver como una mujer (generalmente, aunque también hay hombres), madura, adulta, expresa eso. Si lo oyera de un adolescente, que aún no tiene nada claro en la vida, que las hormonas le asfixian, y que vive en su mundo platónico de idealización y fantasía (quien no haya pasado esta fase, que tire la primera piedra), pues vale, lo podría llegar a aceptar, como parte del propio proceso natural de autodescubrimiento. Pero una mujer o un hombre, ya con unos años….Me chirria. Me preocupa.

Quién realmente te ama, de manera saludable y  madura, jamás te pedirá “todo”, y mucho menos que renuncies a tus valores o a tus proyectos como persona, y si lo hace, tienes que tener claro, que esa línea no la debes cruzar.

la-foto-5

Porque, solo hay una vida, y es decisión tuya si la pasas en una existencia rica y plena o vives en la penumbra, mendigando el amor del otro, o siendo su posesión, o renunciando a aquello que quieres ser, a tu propia felicidad, por la felicidad del otro. Hay cosas que no son negociables. NUNCA. JAMÁS. Tus valores, tu vida, tus proyectos.

“A ver si nos casamos y cambia”, “A ver si tenemos hijos y madura”, “Ahora, es que está pasando un mal momento, pero en realidad me quiere”, “Me quiere a su manera, aunque parezca que no”.…¿te suenan estas afirmaciones? Puedes seguir diciéndote,  lo que te dé la gana. Puedes seguir auto engañándote. Pero la realidad, es bien distinta. Todas estas afirmaciones, SON FALSAS. Ni más, ni menos. Yo te quiero, pero me quiero a mi también, y eres incompatible con eso. Eres dañino para mi.

Citando a Walter Riso: “Lo que te hace evolucionar es un regalo, lo que te lleva a involucionar, es un estorbo”.

Queriéndote a ti mismo y respetándote, estarás preparado, para ofrecer amor de calidad, a la otra persona, establecer una relación saludable, madura, realista, y no tóxica. Hay que quererse a si mismo al cuadrado, o mejor aún, al cubo, esta premisa es fundamental, y cuando descubrimos esto, es cuando podemos amar de manera racional y de manera adecuada. CON CALIDAD.

c910db2cadeb7dd44121f01e6d7b155d_XL

 

 

Te quiero, porque me quiero, porque le vienes bien a mi vida, porque soy mejor persona estando contigo, pero sol@, estoy bien, estoy pleno. Te elijo libre y voluntariamente. De manera meditada, serena. RACIONAL.

En las relaciones de pareja, como en todo en la vida, se trata de buscar un equilibrio, de huir de los excesos, porque los excesos, son SIEMPRE malos. Hasta en el amor. Te quiero menos, pero te quiero MEJOR.


Sara

Enamorada de la vida y de las pequeñas cosas.

0 comentarios

Deja una respuesta

Marcador de posición del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *