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Todos conocemos a alguien, al que cuando vemos (da igual que hayan pasado diez años, tres meses o veinticuatro horas), solo sabe quejarse sobre su vida, su pareja, su trabajo, su vecino, un dedo que le duele o la madre que lo parió.

Esto es una realidad. Desde siempre. Es un espécimen que lejos de estar en periodo de extinción, perdura desde los siglos de los siglos.

Nos hace dudar de nuestra paciencia, de nuestra bondad incluso. Nos pone al límite, y nos hace practicar el “habla, habla que yo estoy en mi mundo”, mientras asentimos con la cabeza a la retahíla de desgracias y calamidades (mas importantes que las de nadie en el mundo mundial) con las que la otra persona nos deleita.

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A lo largo de mi vida he dado con muchas tipologías de personas toxicas, posiblemente tú conozcas otras variantes (te agradecería me informaras al respecto en el apartado comentarios):

1. Tipo dramático: Esta variante de persona toxica, busca drama allí donde no lo hay. Así es. Generalmente son personas que gozan de buena salud, familia, trabajo. Pero todo es un drama. Todo es horrible. La vida no tiene sentido. Sus compañeros de trabajo abusan de él/ella. Es un@ incomprendid@ social. Podrás identificarlos fácilmente por el uso habitual de la palabra “depresión”. La usan con una ligereza pasmosa, para denominar sus síntomas, sin haber acudido jamás a un terapeuta. Pero claro, es obvio, ellos tienen una importante depresión no necesitan que nadie se lo diagnostique. Depresión para el trabajo y para las obligaciones o compromisos, pero generalmente es una rara variante que no afecta a las vacaciones ni a los momentos de ocio. A menudo suelen ser mixtos junto con el tipo 2. Ni que decir tiene que tus inquietudes o problemas, además de ser idioteces, pocas veces podrás expresarlos en su presencia. Les encanta sacar historias del pasado, revolcarse en ellas y en momentos inadecuados. Si no las tienen, se las inventan.

2. Tipo enfermizo: Estas personas siempre están enfermas. La hipocondría manda en su vida. Todo les duele. Todo es más grave de lo que a ti te haya podido pasar jamás. Si intentas articular “Yo también tuve…” Te contestaran con un rápido y certero “No, no, no, lo mío es peor. Porque además se me ha complicado con…”. Jamás entenderás, ni habrás padecido, dolor más fulminante que el suyo. Los reconocerás por su cara de sufrimiento, que desaparecerá al rato de hablar con esa persona, cuando baje la guardia, volviendo de nuevo cuando sea consciente. Otro rasgo característico para su identificación, es que a la pregunta “¿Cómo estás?” te responderán con un automático “Fatal, porque, bla, bla, bla, bla….” Se aseguraran de que todos sepan de su dolencia. Por pequeña que sea. Nada de discreción, que el mundo conozca su dolor. Esta tipología puede volver una reunión de amigos o una fiesta en un auténtico funeral.

3. Tipo abusador: Las personas de esta tipología, se empeñan en que tod@s tenemos que pensar como ellos. Si no es así, estas en un error. El equivocado eres tú. Siempre. Son incapaces de mostrar tolerancia hacia ningún punto de vista distinto del suyo. Es mejor no entrar en discusiones o debates con estas personas. Es una pérdida de tiempo. Generalmente, estas personas tienen una gran carga tóxica, de gran potencia, y rara vez te dejarán indiferente. Se muestran agresivas si les llevas la contraria. Suelen ser personas que sermonean con el “deberías” “porque haces/hiciste”. Suelen ser críticos destructivos, y se meterán en tu vida y tus decisiones sin piedad. La envidia, suele ser una constante en su personalidad. Te harán sentir humillado y sacarán lo peor de ti. Suelen ser groseras y sin empatía alguna. Déspotas. Las cosas se hacen a su manera. Suelen ser personas que pasan la mayor parte de su tiempo criticando a los demás.

4. Tipo dependiente: Esta tipología, se caracteriza por su dependencia emocional hacia los demás. Son incapaces de tomar decisiones por sí mismos, siempre alguien les saca las castañas del fuego, y suelen ser personas caprichosas y sin empatía. Todo debe girar en torno a ellos. No puedes tener vida propia, ni nada más importante que hacer. Ellos son el ombligo del mundo. Pero no te dejes engañar. Si los abandonas o rechazas alguna petición que te hagan, te harán sentir como la persona más ruin y rastrera sobre la faz de la tierra. No saben estar solas. Son superficiales y con una baja autoestima, que generalmente enmascaran tras una gran prepotencia. No aceptan consejos. Pero tampoco son capaces de tomar las riendas de su vida. Por el interés te quiero Andrés. Suelen crear vínculos de amor/amistad para siempre, de la nada,  noscomemoslosmocos al poco de conocerte. Si ya no le interesas o no le bailas el agua lo suficiente, pondrá tierra de por medio. El mundo tiene la culpa de cualquiera de sus problemas (incluso tú,  si tiene la oportunidad).

5. Tipo negativo-apático: Puedes conocerlo en su forma mixta junto con el tipo 1 o incluso 2. Para estas personas todo es de color negro. El vaso siempre esta medio vacío. No suelen mostrarse depresivos, si bien un rato con estas personas en su estado puro, harán que tu si…Por mucho que intentes subirles la moral, estas personas no darán su brazo a torcer. “Claro, es fácil para ti decirlo porque tú tienes, tal o cual…” Como si pertenecieses a la realeza, o no supieses nada de la vida. La envidia y la frustración suelen ser sus dos pilares fundamentales. Nunca están contentos con lo que tienen. Suelen ser fríos y es muy difícil conmoverlos o que expresen sus emociones.

6. Tipo histriónico: El histrionismo y el narcisismo son dos trastornos de personalidad. No es un trastorno mental. Son rasgos que definen a la persona y que le caracterizan, pero que les crean problemas a ellos en sus relaciones personales y sociales y al que tiene la suerte de dar con ellos. Se diferencian básicamente en que el narcisista suele aprovecharse de los demás en su beneficio, es más dañino, más letal. Empatía cero. Su ego es su amor platónico. Nadie es tan maravilloso y espectacular. Nuestra misión en la vida es adularles y servirles. Mientras que el histriónico, es como a mí me gusta definirlo, aquella persona que tiene que ser la novia en la boda y el muerto en el funeral. El caso es ser siempre protagonista. Llamar la atención como sea. Exagerar o mentir, pueden ser sus técnicas. No son tan dañinos como los narcisistas pero pueden incomodar y resultar realmente patéticos.

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Estas personas han sido siempre así. Son ególatras desde su infancia. Les gusta ser el centro de atención. Cuando eras niñ@ seguro que conociste a alguien así. Pues bien, si no les ponen remedio, en la etapa adulta continúan con sus quejas sobre cualquier cosa que pueda acontecerles, la toxicidad les riega las venas y la irradian, hasta el punto que cuando te separas de esa persona, tú estás cargad@ de esa toxicidad. Llena de negatividad, vamos…de una mala leche, que no sabes en qué momento te ha invadido. Cuidado. En estas tesituras, tenemos dos opciones; o nos ponemos el “impermeable anti- energía nuclear tóxica” o pones distancia entre esa persona y tú.

Opción A: Uso del  “impermeable anti- energía nuclear tóxica”. Tengo malas noticias. No está en venta en el bazar de los chinos. Ni en el Corte Inglés. Tendrás que confeccionarlo tú mismo.  Y no será fácil. Pero será infalible. Cuanto más trabajes en el, antes lo terminarás y podrás ir a esas reuniones familiares o de amigos donde la toxicidad es alta.

Si quedas a solas con esa persona, asegúrate que no te has dejado ninguna zona de tu impermeable sin reforzar. Plántatelo antes de salir de casa y no temas. Serás inmune. A continuación paso a detallarte los materiales que necesitarás.

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  1. Paciencia, varias toneladas. Te ayudarán a aguantar el chaparrón sin que la lluvia ácida cale tus huesos. Te dejan las piernas paralizadas e impedirán que salgas corriendo si no es lo más adecuado hacer. Cuanto más la trabajes, más tendrás en tu almacén.¡¡No dejes que se agote!! Revísala de vez en cuando y recárgala. Frases positivas, respiración profunda y mentalización serán tus aliadas.
  2. Filtros de información irrelevante. Te serán útiles para ir eliminando frases desmotivadoras, dramáticas y derrotistas. Estas personas están cargadas con un verdadero arsenal. Y posiblemente también tendrán para ti. En algunos casos,  si ven que eres inmune, irán a por ti. Comenzarán con el ataque personal o la provocación. El filtro es estupendo para no dar importancia a lo que no la tiene y no sentirte aludido.
  3. Sonrisa lo más real posible. Procura que sea una sonrisa natural, que irradie buen rollo y energía positiva a una escala lo suficientemente potente que incluso, (quien sabe), pueda llegar a neutralizar esa energía negativa y pasar una velada agradable. No caigas en sonrisas falsas o a destiempo, mucho cuidado, puedes pecar de frívol@ o parecer que no le das la suficiente importancia a sus dramas.
  4. Freno en la lengua.  Para no decir “un par de cosas bien dichas” o aconsejar desde nuestra buena voluntad. ¡Cuidado! Es altamente peligroso, si con toda tu buena fe, caes en la trampa del consejo bienintencionado “Yo si fuese tú haría” o “lo que tienes que hacer es…” estarás perdido. Si la otra persona no lo pide, no aconsejes. Son maestros del “meentraporunoidoymesaleporelotro” o lo que es peor, –“¿tú que sabrás?, es muy fácil decirlo para ti”-…y lindezas por ese estilo. Hará tambalear la eficacia de tu impermeable. No te arriesgues. Será inútil.
  5. Empatía. Recuerda que estas personas sufren. Repítetelo cien veces antes de mandarlo a paseo, o simplemente levantarte y dejarlo con la palabra en la boca. Son personas desgraciadas, que se niegan a disfrutar de la vida, y se empeñan en llevar las gafas de visión pesimista y drama en estado puro siempre puestas. Qué pena, se pierden lo mejor, dejan pasar la vida. Si, es posible que muchas de ellas, tengan un empeño especial en que los demás también adopten su postura, y puede que se lo curren mucho para tocarte a ti la fibra sensible. No les des ese gusto. Ten compasión.
  6. Ventiladores cerebrales. Mantendrán la masa encefálica a una buena temperatura, impidiendo el sobrecalentamiento y el fallo asociado. Para fabricarlos tienes varios recursos, desde ponerte tu música favorita y practicar tu sonrisa cautivadora en el espejo antes de ver a esa persona, hasta dejarte el pellejo en el gimnasio o corriendo o con la bici o como prefieras. Las endorfinas son los refrigerantes por excelencia. Atibórrate de ellas. Prevendrás un calentón innecesario del sistema.

Para que esta opción sea realmente infalible, necesitarás práctica. Esa es la mala noticia. Rara vez se fabrica un impermeable de estas características en una tarde. Necesitarás, recibir varias dosis de radiación tóxica para ver donde están los fallos y corregirlos.

Cuando recibas radiación directa de este tipo, debes de manera inmediata llevar a cabo una serie de recomendaciones:

–          Date una ducha caliente. Que dure un poco más de lo normal. Prohibido pensar en esa persona y en lo acontecido. Deléitate con la ducha. Regálatela.

–          Si es posible ponte cómod@ en casa y ponte tu música o película favorita. Lee la novela que tanto te gusta. Prepárate tu cena o comida preferida.

–          Ponte cómod@, cierra los ojos y practica ejercicios de respiración: Inspira profundamente, en tres segundos, mantén el aire en tu interior dos segundos y suéltalo suave y lentamente por la boca (4 o 5 segundos). Practícalo a menudo. Te será muy útil.

Si la radiación tóxica ha sido masiva y te ha alcanzado de lleno, tendrás unas serie de efectos secundarios comunes: Irritabilidad, ganas de llorar, ganas de gritar, tensión muscular, pensamientos perturbadores, impotencia, dolor de cabeza agudo, desánimo y frustración.

No te alarmes. Estás intoxicado. Si llevabas el impermeable, revisa por qué poros se ha colado la radiación y repáralos. Poco a poco lo perfeccionarás. Como tratamiento de urgencia para mitigar los efectos de la toxicidad, te recomiendo hacer ejercicio de alto impacto, cuanto más sudes más efectivo será, ya que a través del esfuerzo y el sudor eliminarás las toxinas absorbidas. Es infalible, pero tendrás que sudar. No vale darte un paseo.

Si tienes la posibilidad de ir a un monte y gritar, hazlo. Grita con fuerza, hasta que ya no puedas más. Es estupendo. Notarás como los niveles  tóxicos se reducen considerablemente.

No te vayas a la cama sin haber practicado algo que te haga sentir mejor. No maceres la toxicidad. No es buena para el organismo.

Importante: Elimina totalmente la toxicidad antes de ponerte en contacto de nuevo con esa persona. Siempre que sea posible. Si no lo es, procura tener a punto el impermeable, de cara a que no te alcance más.

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Opción B: Si tienes la posibilidad de sacar a esta persona de tu vida, no lo pienses. Hazlo. Saca a esta persona de la ecuación. Pon distancia de por medio, si es imposible sacarla por completo y evita cuanto puedas el contacto con ella.  Recuerda, que lo que no te suma, te resta, siempre. No te va a aportar nada y si te dará dolores de cabeza.  No quieras a alguien que es una central nuclear con poros cerca de ti. Sin miedo. Aléjate de ella.

Si has leído este artículo pueden pasar dos cosas; que hayas identificado a tu tío, tu madre, tu amiga o tu vecino. O quizás, te hayas sentido identificado tú. Esto es poco probable ya que en la mayoría de los casos, estas personas no se dan por aludidos. JAMÁS. Ven la paja en el ojo ajeno, eso sí y rápido. Pero no miran en su interior. No analizan cómo tratan a los demás o cómo son de tóxicas.

Si eres del 1% que mira fuera de su ombligo y realmente crees que eres así, no te ofendas. Plantéate el cambio. La desintoxicación completa. Ponte en contacto con un terapeuta. En serio, el primer paso  para librarte de ese nido de avispas asesinas que llevas en tus hombros es reconocerlo. Reconocer que eres una persona tóxica. Y querer librarte de eso. Sin eso, todo lo demás no importa. Deja de ser infeliz y de hacer a los demás sentir incómodos. Aporta algo positivo. Déjate ayudar. No solo por el bien de la humanidad, sino por el tuyo propio.

Estas personas tóxicas, suelen relacionarse a nivel de pareja con personas vulnerables y dependientes en muchos casos tipo 4 o cualquier otro compatible con ellas. Si no es tóxica y aguanta en la relación, las arenas movedizas lo tragarán y cuando quiera acordar será también tóxica.

“Dos que duermen en el mismo colchón se vuelven de la misma condición”– dice el refranero español. Aquí nos moveríamos en el ámbito de las relaciones toxicas de pareja, si te has dado cuenta que tu pareja es así intenta ayudarla o pon tierra de por medio. Lo malo es que en muchos casos, y sobre todo cuando la relación es larga, tu también estas en alguna de las tipologías vistas. Si señor/a, venías así de casa o te contaminaste. No existe la alternativa “persona no tóxica/ persona tóxica” como relación a largo plazo, ya que las personas equilibradas y saludables mentalmente huyen del panal de avispas rápidamente. Pero claro, si este es tu caso tampoco lo reconocerás, y verás la toxicidad en el otro. Siempre en el otro.

Intenté darle un toque de humor a esta realidad nuestra tan asfixiante y peligrosa. Espero haberte sido de ayuda. No dudes en comentar. Estoy a tu disposición.


Sara

Enamorada de la vida y de las pequeñas cosas.

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