La palabra empatía está de moda, la escuchamos por todas partes, se vende como una actitud saludable, pero ¿qué es realmente?
La empatía, se define en la R.A.E como identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro. ¿Complejo no?
La empatía, es mal entendida en muchos casos como “sentir lo que siente el otro”, pero eso no solo no es siempre posible, sino que no es para nada saludable, ya que hablaríamos de “contagio emocional”, nada recomendable.
Se dice que la empatía es ponerse los zapatos del otro. En una charla a la que asistí, el ponente nos dijo que tuviésemos cuidado al ponernos los zapatos ajenos, ya que si tenían cristales, acabaríamos hiriéndonos…
La idea, es que la empatía es una forma de comunicación humana, fundamentalmente una habilidad social, la más importante para las relaciones interpersonales, junto con la asertividad. Se trata de COMPRENDER la emoción ajena, para ello es esencial identificarla previamente. Por tanto, la empatía es un factor fundamental de la Inteligencia Emocional. No es tanto sentir las emociones como comprenderlas, entender el porqué el otro está sintiendo lo que siente, aunque no lo sintamos como propio.
Sin embargo, a menudo me encuentro en consulta personas que afirman ser demasiado empáticas y que eso les acarrea sufrimiento. Lo que son, es “esponjas emocionales”, que se ven turbadas por todas las emociones ajenas, hasta el punto que las viven como propias y eso, obviamente, les acarrea un malestar continuo, ya que desgraciadamente, con solo ver el telediario, ya tenemos noticias para contagiarnos. Esta hipersensibilidad, no es funcional y debe trabajarse. Esto NO es empatía.
En el polo opuesto, tendríamos la frialdad emocional absoluta, es decir, no entiendo ni comprendo emoción ajena alguna, ni tampoco estoy interesado en hacerlo, esto sería psicopatía. En un punto no tan extremo y más común en la práctica clínica, tenemos el analfabetismo emocional, esto es, no se identificar emociones propias ni ajenas, pero quiero aprender para poder mejorar la calidad de mis relaciones.
¿Para qué sirve la empatía?
1. La empatía es una habilidad que nos permite relacionarnos y comunicarnos con los demás de manera saludable y eficaz, dotando de calidad nuestras relaciones interpersonales.
2. Los profesionales de la salud (aunque en realidad, todos aquellos que trabajan con personas) deberían tener como premisa fundamental el trabajo de la empatía con sus clientes/pacientes. Esto es fundamental en la comunicación, y desgraciadamente en muchos casos, vemos como se carece totalmente de ella. Cuidado con el secuestro emocional, ya que los que trabajamos con emociones, podemos vernos identificados en exceso y contagiados, con lo que nos supondrá un hándicap a la hora de ayudar.
¿Cómo se trabaja la empatía?
1. La inteligencia emocional, debe trabajarse de manera global revisando todos los elementos que la componen y reciclándolos de vez en cuando.
2. El aprender a escuchar de manera ACTIVA, es el paso previo fundamental para desarrollar una buena empatía. Sin juzgar al otro. Respetando aunque no estemos de acuerdo.
3. Pero para aprender a escuchar al otro, es requisito imprescindible, aprender a escucharse a uno mismo, conociéndose e identificando las emociones propias (autoconsciencia).
4. Para comunicarse de manera empática, se debe trabajar la asertividad, de manera que respete al prójimo y a uno mismo.
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