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Hoy es uno de esos días, en los que te levantas sin ganas, desilusionado, desganado, con energía cero patatero y con inspiración menos dos.

Las causas pueden ser de muy diversa índole:

  1. Conocidas:

– Tienes alguna preocupación que te ronda por la cabeza y te esta consumiendo energía a pasos agigantados.

– Has estado una época, currando por encima de tu limite. Esto pasa factura y finalmente, la mente te dice que trabajes y te inspires TÚ, tururú.

– Llevas unos días sin descansar bien. El cerebro, está poco refrigerado y ya sabes, sobrecalentamiento mental=fallo del sistema.

     2.  No tengo ni idea de que me pasa:

– Si eres mujer, las hormonas querida amiga, te pueden estar influyendo; en la fase de ovulación, entramos en un proceso de irritabilidad, tristeza y apatía. Solo tienes ganas de estar sola, todo en ti es desmotivación, te posee la llamada “anhedonia” o incapacidad para encontrar placer a nada. La sensibilidad a flor de piel, hace que cualquier cosa, te afecte. Esto se debe a un desequilibrio estrógenos-progesterona:

  • Estrógenos altos y progesterona baja: Los estrógenos, al estar altos, activan la adrenalina y tenemos inquietud y ansiedad. Si activan la noradrenalina nos encontramos con violencia, rabia y agresividad. Si baja la dopamina hay apatía y cansancio. Si la insulina está alta, hay más hambre de lo normal, dolores de cabeza y fatiga (problemas con la glucosa).
  • Progesterona más alta de lo normal y estrógenos muy bajos: Hay una bajada de casi todos los neurotransmisores y el resultado es confusión, llanto con facilidad, insomnio y mucha sensibilidad.   

 

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 En la menopausia, estas mismas hormonas están en limites ínfimos, debido a que tus ovarios, dejan de producir óvulos y producen menos estrógeno y progesterona. Los mismos síntomas que he señalado anteriormente, estarán presentes, pero en un periodo de tiempo mas largo.

 

– Si no son hormonas, es posible que tus pensamientos estén haciendo de las suyas. ¿Qué piensas? Esa es la clave.

– Tras una etapa de mucha activación, de liberación de adrenalina a tope, cuando llega la relajación del cuerpo, las defensas bajan, el cortisol aparece, y te encontrarás hecho un moñigo. ¿No te ha pasado nunca, que tras unos días dándolo todo y al pie del cañón (preparativos importantes, exámenes, época de trabajo intenso), han llegado las vacaciones o el fin de semana y te has puesto enfermo..? La explicación, es esa. Adrenalina baja. Cortisol sube. Mala leche y low battery.

Recomendaciones:

1. Para la regulación hormonal, los expertos recomiendan tomar oligoelementos, Cobre-Oro-Plata si hay apatía y cansancio en la fase premenstrual. Pregunta en el herbolario.

2. Ingerir alimentos ricos en triptófano (sustancia a partir de la cual se genera la serotonina,  responsable del buen estado de ánimo) te ayudará a encontrarte mejor. Toma cereales integrales: maíz, cebada, trigo, etc.  Huevos, Lácteos, Espinacas, Legumbres como soja (tamari, tofu, etc.), semillas de lino,  Jengibre, Frutos secos, sobre todo nueces y almendras.  Frutas, en especial el plátano, aguacate, manzana y piña. Recuerda que ERES LO QUE COMES. No corras a atiborrarte de bollería industrial, que si te hará sentir bien momentáneamente, no te ayudará en realidad.2c72b_dieta-ansiedad03

3. Ejercicio físico. Siempre es adecuado. Libera endorfinas y te hará sentir genial. El problema es ponerte el chándal y coger la mochila. Llévate de la oreja, no esperes a que tu cuerpo se ponga en marcha, porque estas completamente apátic@ ¿recuerdas?. Hazlo, aunque no te apetezca, los resultados están garantizados.

4. Escribe lo que tienes que hacer. Facilita a tu mente apática, su tarea. Escribe lo que esperas del día. Y HAZLO. ¿Un truco? Visualízate después de haber hecho la tarea. Te subirá el animo. Si no la haces, te sentirás peor que al principio. Rompe el círculo vicioso.

5. Ponte una película de risa. Aunque no te apetezca y no emitas ni una leve risa al principio, poco a poco, los mensajes positivos, irán llegando a tu centro neurálgico y seguro que al final, aunque no te hayas reído, tu estado de ánimo ha mejorado. Mis imprescindibles: Los Simpson y Friends.

6. Escucha música mientras trabajas, o cuando llegues a casa. Está comprobado, como la música de fondo, facilita el desarrollo de las tareas que nos dan pereza o apatía (como limpiar o redactar un informe). Nada como un botiquín musical, para las horas bajas. Spotify tiene unas listas de música ya hechas,  muy chulas, que te recomiendo, tiene para todo: limpiar, tomar café, enfrentar un lunes, cocinar…Concretamente, mientras escribo esto, haciendo un pulso con mis hormonas, escucho esta lista: ¡Feliz día feliz!

7. Si sale un rayo de sol, deja que te bañe, cual lagarto, no desaproveches ninguno. Que estás en la oficina y atraviesa un rayito sutil por la ventana, ve a por él cázalo, sin piedad, si vas por la calle y en la acera de enfrente hay sol, cámbiate sin miramientos. Cierra los ojos y deja que Lorenzo haga su función.

col_blogIlustración de LuciaBe

8. Acepta. Si es cambio hormonal, no te agobies, toma todos los consejillos que puedas de este post, y acepta que la biología es así. No te creas ninguno de los mensajes que te dé tu mente. Si es premenstrual,en unos días estarás mejor. Si es menopausia, elabórate un plan de ataque. No te dejes llevar por la apatía, ni por la tristeza. No eres tú. Habla tu química cerebral, y podemos combatirla.

9. Dosifica. Si eres parecid@ a mi , necesitarás una concienciación importante. Para rendir, hay que dosificar energía. “Quien mucho abarca poco aprieta”. Ese sabio refranero español, nos lo deja claro. Al final, si vas tirando de mucho a la vez, te tocará pagar la jugada. Evítalo, permitiéndote descansar. Poco a poco.

10. Escribe un diario. A veces no encontramos el origen, y escribir en un diario, puede ayudarnos a detectar, qué es lo que nos pasa. Mis pacientes, me miran con cara de ¿en serio?, pero cuando lo prueban, tienen que darme la razón…

11. “Gracias mente”. Ante los mensajes clásicos, de “no puedes”, “estas perdiendo el tiempo”, “eres un inútil”…Dale las gracias a tu mente por sus lindezas. Pruébalo.

12. No tomes decisiones. En estos días de no levantar cabeza, no tomes decisiones importantes. Espera a estar bien. No acertarás. Déjate un margen de recuperación y cuando te veas bien hazlo.

13. Si llevas una época así y no levantas cabeza, visita a un psicólogo. Te sorprenderá, si nunca has ido a uno, que no era tan terrible. Si buscas un profesional cercano, creativo, y ante todo flexible a tus necesidades, estas en el sitio correcto. ¡Ponte en contacto conmigo!

Esto es como un coche sin batería. Al principio, para moverlo, el  empujarlo costará horrores, puede incluso que necesites ayuda, pero en cuanto las ruedas se comiencen a mover, será cada vez mas sencillo, la inercia, te ayudará. Mueve tu coche. Aunque te cueste. Cuando mas te cuesta hacer algo, es cuando más lo necesitas.

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Espero haberte sido útil, cualquier cosa que quieras comentar o que tú hagas en esos días de apatía melonera…¡Escríbelo en la zona comentarios!

 Venga vamos a reiniciar el sistema 😉

 

 

 


Sara

Enamorada de la vida y de las pequeñas cosas.

1 comentario

Yolanda Ordoñez Rodríguez · 20 septiembre, 2016 a las 10:04

Como anillo al dedo querida.. Gracias por el artículo, por los consejos y por la música. Un abrazo

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