Si alguien afirmara, que siempre le ha gustado la medicina, y que por eso y por un montón de libros que ha leído al respecto, puede entrar en un quirófano a operar, todos nos pondríamos las manos a la cabeza. ¡Impensable! Y si operan que sea al que lo permita, ¿a mí?, ni de broma vamos…
Si te dijese, que conozco a una persona muy buena en el tema dental, porque es que desde pequeño tenía un don con los dientes, pero es que además, para más beneficios no cobra un duro, porque es su hobbie… ¿Pondrías tu salud bucal en sus manos? Hombre es que es gratis…
Podría seguir así, poniendo infinidad de ejemplos de profesiones, que si la persona en cuestión, no tuviese su acreditación oficial, sus títulos, su experiencia, su formación específica, etc…ni nos plantearíamos elegir sus servicios. Sin embargo, ser psicólogo, lo puede ser cualquiera, porque total, el psicólogo, es una persona que sabe escuchar, da unos consejos cojonudos y además le encanta eso de la psicología, ¡desde siempre! Cualquiera se mete a torear en la plaza de la psicología con unos cursitos de unas horas y a veces ni eso, simplemente con unos pocos libros de autoayuda a las espaldas y mucha caradura.
Es que un don es un don. Si lo llego a saber, a mi que en el colegio me decían que estudiara psicología, porque se me daba bien aconsejar y escuchar, me hubiese ahorrado trece largos años de formación (y lo que me queda) y una buena suma de dinero y tiempo empleado, para poder dedicarme profesionalmente a esto… ¡cachis!
Y es que como digo, el tema de la psicología y los consejos de vida, es muy golosete. No te digo ná el tema de las terapias alternativas, que por ser alternativas, nos creemos que detrás no tienen una formación y una dedicación SERIA y de calidad. Pues no señor. Ya esta bien de frivolizar y de estafar.
Me indigna este tema, en primer lugar, porque por culpa de unos “muchos” listos, que juegan a dar consejos y a meterse en batallas a mi parecer muy delicadas, la psicología,en todas sus ramas, es mal entendida por la sociedad, y pierde credibilidad. Trabajar con emociones ajenas, ayudar a personas a gestionar su sufrimiento y sus sombras, no me parece que sea moco de pavo. Me parece un tema de suma delicadeza.
No apelo a la conciencia de aquellos que se llaman “terapeutas”, sin serlo, y meten sus narices en pozos muy íntimos de la vida de las personas, (sea cobrando o gratis, me importa un comino), porque supongo que carecen de ella, al plantearse siquiera, que son los listos de la clase, y que saben más que los profesionales que no paramos de formarnos, para bucear con acierto en las aguas turbulentas de la psique humana.
Pero si apelo a tu responsabilidad, como persona que sufre o que está en un momento de crisis personal, a la hora de elegir, quien será el profesional que te acompañe en ese proceso.
Además del feeling, a mi parecer totalmente necesario, para que te sientas cómod@, asegúrate que es un PROFESIONAL cualificado y con conocimientos específicos en el terreno que va a pisar. No dejes tu integridad psicológica o emocional en manos de aquel que tiene mucha palabrería barata, pero ninguna formación que lo avale.(Si estás de acuerdo, díselo al mundo entero en twitter). Fíate poco/nada de aquel “profesional” que no te cobre, porque lo hace “por amor al arte”.
Por amor al arte, y sin cobrar, vete con tus colegas, tomate una cerveza y desahógate y recibe consejos gratuitos y con la sinceridad del amigo que te conoce y te quiere, que seguro, te harán más bien, y además, de paso, os echáis unas risas.
Yo me lo tomo en serio, haz tú lo mismo, en tus manos está, que esto no siga proliferando. Un fuerte abrazo.
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