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La adicción, dejó de considerarse una dependencia meramente a sustancias y pasó a ser un término más complejo y que engloba  un mayor número de conductas.
Por lo tanto, recurriré a una definición más amplia, que establece adicción como “uso repetido y abusivo de una sustancia y/o implicación compulsiva en la realización de una conducta determinada, que de forma directa o indirecta, modifica el medio interno del individuo, obteniendo un reforzamiento inmediato por el consumo de la sustancia o la realización de la conducta”.
Adicciones actualmente sabemos, por tanto, que existen tanto a sustancias químicas, como a conductas que se realizan de manera compulsiva para obtener placer inmediato. Compras, móvil, redes sociales, sexo, trabajo, son algunas de las conductas que pueden suponer una adicción.

Pero, ¿Cómo se cuando la realización de una conducta pasa a convertirse en una adicción?

Estos serían los ítems a tener en cuenta:

1. Pérdida de control. Cualquier adicción del tipo que sea, implica una pérdida de control por parte del sujeto. Esto es, cuando intenta frenar o limitar esa conducta o consumo, no puede.
2. Negación. Si niegas constantemente tener un problema, y además hablar de ello supone una gran crispación para ti, evitándolo a toda costa, deberías plantearte que realmente el problema existe.
3. Aparición del síndrome de abstinencia. En las adicciones a sustancias el hecho de reducir la dosis o cesar en el consumo, supone una serie de consecuencias a nivel físico, cuyas características e intensidad, dependen de la sustancia en concreto. También aparecerá este síndrome en las adicciones sin sustancia. Ansiedad, ira, falta de concentración, rumiación constante y preocupación en exceso, son algunos de los síntomas que experimentan las personas con una adicción conductual, ante la imposibilidad de llevar a cabo la conducta deseada.
4. Tolerancia. Si necesitas consumir más que al principio para conseguir los mismos efectos, es que tu cerebro se ha acostumbrado. Necesitas una dosis mayor. Esto es indicador de la aparición de dependencia. En el caso de adicciones conductuales, supondría, necesitar invertir más tiempo que al principio para sentirte saciado.
5. Deseo constante y obsesión. Si la mayor parte de los pensamientos del día, rondan acerca de consumir o de llevar a cabo esa conducta, deberías plantearte que puedes estar cayendo en una adicción.
6. Limitar las actividades que antes te resultaban gratificantes. Una de las características de los adictos, es que ya no disfrutan con lo que antes solían hacerlo. Dejan de lado hobbies y actividades que antes eran una fuente de placer para ellos, porque ya solo les resulta gratificante el consumo de la sustancia o la realización de la conducta en cuestión.
7. Deterioro de las diferentes esferas de la vida cotidiana. Las relaciones sociales y personales, el trabajo, los estudios, todas estas esferas, comienzan a verse resentidas, de alguna u otra forma.
8. Lo que se inició como placer acaba haciéndose para evitar malestar. Otra característica clave de que has desarrollado un adicción, es que lo que antes te resultaba placentero y reforzante, ahora tienes que hacerlo, para evitar un malestar, el denominado “síndrome de abstinencia”. Si no consumes, te encuentras fatal, si no haces tal cosa, te sientes terriblemente angustiado.

Rompiendo cadenas

 

 

Mi experiencia trabajando en adicciones, me ha demostrado, que es un camino duro, pero superar una adicción, SI SE PUEDE.

Nunca es tarde para recuperar el control sobre tu vida.

Categorías: Adicciones

Sara

Enamorada de la vida y de las pequeñas cosas.

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