Para amar bien, debemos amar mejor, no amar más. En el terreno de la pareja, la calidad prima sobre la cantidad.
A menudo, en consulta, me encuentro con parejas, que creen que con el amor basta. Pero con el amor no basta, como dice el título, del libro de Aaron Beck.
No se trata, de dar a manos llenas sin esperar nada a cambio, de amar sin límites, cuanto más mejor y no me des nada, que nada necesito. Esto, son cuentos de princesas. Es preciso aterrizar. Bajar al mundo real. Aquí, amamos, pero que puñetas, si nos aman ¿no?, porque el “yo te quiero y te adoro y te compro un loro, y si tú no me quieres hoy ya me querrás mañana…”, es una quimera. Falso. Rotundamente.
El amar, sin límites claros y bien definidos desde el principio, es peligroso...